Àlex Crivillé vuela esta noche hacia Suráfrica, donde el domingo comenzará la defensa de su corona mundial de 500cc. El noi de Seva, que viajará junto a Emilio Alzamora, inicia el campeonato rodeado de incógnitas después de los problemas físicos que le han aquejado durante la pretemporada y que provocaron que sólo haya rodado un día con su nueva moto. En las últimas fechas ha preferido guardar silencio, pero tanto sus allegados como sus doctores afirman que está preparado para defender el número uno.Desde que regresó de Australia hace casi tres semanas, tras sufrir una lipotimia al término de una jornada de ensayos, Crivillé no ha realizado ninguna declaración ni aparición pública. Su tiempo lo ha repartido entre el descanso, los controles médicos, la preparación física -en el gimnasio y montando en bicicleta- y el entrenamiento con motos de cross y de trial. "Está perfecto", dice su hermano Antonio. "El desmayo de Australia ya está olvidado".
Crivillé, no obstante, sigue vigilado por su médico, el doctor Josep Antoni Gutiérrez, que le ha recetado una dieta especial que incluye un mayor número de comidas, de manera que pase poco tiempo entre una y otra, y algunos medicamentos.
Sin embargo, el mayor inconveniente para Álex en su estreno puede ser técnico y no físico. En las últimas carreras de 1999 las Suzuki y Yamaha se mostraron superiores a la Honda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de marzo de 2000