Gabriel A. M., acusado de matar de una puñalada a Fernando G. G., de 21 años, reconoció ayer en el juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid que "le clavó un estilete" a la víctima, pero que "no tenía intención de matarle". Los hechos ocurrieron en enero de 1998 en el garaje de una discoteca de Aranjuez.El acusado declaró que apuñaló a Fernando G. G. para quitárselo "de encima" porque la víctima se dirigió hacia él "con un cuchillo en la mano". Según las conclusiones provisionales del ministerio fiscal, el acusado -para quien solicita una pena de 20 años de prisión por un delito de asesinato y una indemnización de ocho millones de pesetas- se encontró con la víctima en el aparcamiento de la discoteca La Mansión de Aranjuez sobre las 4.30 horas del 6 de enero de 1998.
El fiscal mantiene que el acusado se hallaba en plena posesión de sus facultades físicas y mentales y que, "sin previa discusión y sin haber mediado ningún tipo de provocación hacia su persona", se abalanzó "súbitamente" sobre Fernando G. G. "Con clara intención de matarle", añade el escrito del fiscal, "le clavó un estilete de unos 15 centímetros en el pecho", lo que le ocasionó una herida incisa que atravesó el ventrículo derecho del corazón y provocó su muerte en un centro médico una hora después de la agresión.
Por su parte, la acusación particular, que ejerce la familia del fallecido, pide 20 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato y 20 millones de pesetas en concepto de responsabilidad civil.
Gabriel A. M. relató en el juicio que antes de que se produjera la agresión vio cómo la víctima discutía con Juan Antonio A. P. El acusado estaba, dijo, "un poco borracho" y había tomado drogas bajo prescripción médica.
Gabriel A. M. se acercó para mediar en la discusión y fue entonces cuando la víctima les retó a los dos -a Juan Antonio y a Gabriel- a que salieran de la discoteca porque les iba "a matar".
Un "acto reflejo"
El acusado señaló que una vez fuera del local Fernando se dirigió hacia Juan Antonio, con quien "se encaró" y que luego fue a por él "con un cuchillo en la mano". Añadió que, como "acto reflejo", le asestó una puñalada y tiró el arma al suelo porque estaba "asustado", y que tanto él como Juan Antonio A. P. corrieron hacia el interior de la discoteca.
Por su parte, Juan Antonio A. P. declaró ayer que vio a la víctima abrir el maletero del coche, "sacar algo" y dirigirse hacia ellos. Según Juan Antonio A. P., éste advirtió a Gabriel A. M. de que tuviera cuidado porque la víctima llevaba "algo en la mano", pero no vio cómo su compañero apuñaló a Fernando G. G.
En la sesión de ayer también testificaron varios amigos del fallecido, quienes manifestaron que Fernando no iba armado y que salió "asustado" del local diciendo: "Oye, que vienen a por mí". Fue entonces cuando Juan Antonio y Gabriel se acercaron hacia Fernando, quien les preguntó qué querían y el acusado le apuñaló, según los amigos de la víctima. Éstos señalaron también que, antes de entrar en la discoteca, Juan Antonio A. P. les ofreció "chocolate y pastillas" y la víctima le dijo que "se largara".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de marzo de 2000