A pesar de que estas Fallas han sido las más concurridas de los últimos años, con un millón de personas que abarrotaron las calles, el mobiliario urbano y los jardines de Valencia han sufrido menos daños que en las fiestas del año anterior. La edil de Medio Ambiente, María Jesús Puchalt, cifró ayer en 18 millones de pesetas el coste de los desperfectos sufridos durante la fiesta, dos millones menos que en 1999.El número de papeleras dañadas ha experimentado una reducción importante (700 frente a las 819 del año anterior). Un descenso similar al de los contenedores deteriorados por actos vandálicos, que han pasado de 65 a 60. La factura del mobiliario urbano que tendrá que reponer el Consistorio asciende a 7,2 millones, una cantidad inferior a los 8,3 y 9,5 millones de las dos fiestas anteriores.
Tampoco han salido peor parados que en 1999 los parques y jardines de la ciudad. A falta de una inspección más rigurosa que se efectuará en los próximos días, Puchalt evaluó ayer en 10,8 millones los árboles, rosales, difusores de riego o columpios que han quedado dañados durante las fiestas. Casi un millón de pesetas menos que el año pasado.
La concejal detalló que las zonas ajardinadas del norte de la ciudad (el paseo de la Alameda y Blasco Ibáñez) han vuelto a ser las más afectadas por las Fallas y han sufrido casi el doble de daños (6,2 millones) que las del sur. Una situación que se produce, en su opinión, por las elevadas concentraciones de público que sufre la zona norte debido a la celebración de castillos de fuegos artificiales y verbenas.
Puchalt mostró su satisfacción por los "escasos daños" que han sufrido los jardines de Viveros, en los que se celebraron los conciertos de la cadena Ser.
Los residuos se cuadruplican
El mayor incremento lo han notado los 650 operarios que trabajaron en la madrugada de ayer en la limpieza viaria. Hasta 2.800 toneladas de residuos y ceniza recogieron de las calles después de la cremà. Una cifra que cuadruplica la cantidad de desperdicios que generan los habitantes de la ciudad un día cualquiera y que supone un aumento próximo al 20% con respecto a la cremà de 1999, en la que se recogieron 2.400 toneladas de residuos.
Puchalt explicó que el aumento se debió tanto al mayor volumen de las fallas (hubo tres monumentos más en Sección Especial) como a la lluvia: "muchos ninots se quedaron a medio quemar y el agua hizo que se hincharan los restos de las fallas y pesaran más", precisó. Para limpiar la ciudad durante los cuatro días grandes, el Ayuntamiento se ha gastado 53 millones de pesetas.
Por otra parte, cinco personas con quemaduras de pólvora siguen ingresadas en el hospital Clínico y La Fe. El más grave es Daniel E. S., de 11 años, que ha perdido un ojo y tiene una mano destrozada. El Clínico ha atendido a 126 lesionados por petardos desde el 4 de marzo y La Fe a 38 en los cuatro días finales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de marzo de 2000