"La ampliación del Prado ya es imparable", afirmó ayer el director del museo, Fernando Checa, tras la breve reunión en el Ministerio de Educación y Cultura en la que el jurado encargado de examinar el proyecto del arquitecto Rafael Moneo aprobó por unanimidad la propuesta definitiva tras los cambios solicitados por el patronato.El jurado, presidido por el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, está formado por representantes del Ministerio de Educación y Cultura, que encarga el proyecto; del Prado, la Comunidad de Madrid, el arzobispado y el Ayuntamiento. Estas dos últimas instituciones han mantenido en los últimos meses una posición contraria al proyecto de Moneo. Tras la formación de una comisión específica en noviembre, se ha llegado a acuerdos con el arquitecto, tras modificar varios aspectos de su propuesta, hasta presentar una nueva imagen de la misma.
Como paso previo a la decisión de ayer del jurado, el pleno del patronato aprobó el pasado día 15 la última versión, con 15 votos a favor, dos en contra (Fernando Chueca Goitia, arquitecto, autor de la última ampliación del edificio Villanueva, y Gonzalo Anes, director de la Academia de la Historia) y una abstención.
Parterre por cristal
Los cambios introducidos por Rafael Moneo -ayer no asistió a la reunión del jurado ante la inauguración de su museo en Houston y el proyecto fue explicado por Belén Hermida, arquitecto de su estudio- hasta conseguir el visto bueno del patronato y jurado se centran en una mayor presencia del claustro de la iglesia de los Jerónimos, base de la ampliación del museo (salas temporales, talleres, biblioteca, almacenes), con visión directa desde la calle de sus primeras arcadas, al aumentar la separación del edificio de la iglesia.
Otra modificación se sitúa en la inicial cuña acristalada que recorre el vestíbulo subterráneo entre el edificio Villanueva y los accesos al museo y a la zona de los Jerónimos. En principio era uno de los elementos singulares y ahora, por cuestiones estéticas y de seguridad planteadas por el patronato, se convierte en una zona de parterres.
La nueva construccción se separa un mínimo de cinco metros del ábside del edificio Villanueva (en la primera planta está situada la sala 12 con las grandes obras de Velázquez), con objeto de separar más la sede central del museo. Queda pendiente la elección del color y textura del ladrillo del nuevo edificio de los Jerónimos y el proyecto de las viviendas de la iglesia que prepara el arquitecto Francisco Jurado. El concurso de obra se celebrará a finales de año.
El 5 de abril se presentarán en el museo la maqueta y los planos definitivos del proyecto de ampliación del Prado, con un proceso que comienza en 1995 con un acuerdo parlamentario, lleno de propuestas y polémicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de marzo de 2000