Cada noche, en el Don de María se celebra una misa. Sémelas afirma tajantemente que nadie está obligado a asistir. "Pero es una gran alegría ver cómo personas de diversos orígenes participan voluntariamente en ella", afirma. Este asunto de las misas, unido a la fama de conflictividad y de escasas comodidades que arrastra el refugio, hace que numerosos indigentes prefieran cobijarse en otros lugares.
Este albergue se creó en 1996 a partir de un convenio entre el Ayuntamiento de Madrid, del PP, y la asociación Casa de los Pobres. El Consistorio aporta el local, y la asociación, sus voluntarios y "consagrados". Estos últimos, son, según Sémelas, "personas que han dejado sus vidas y trabajos para dedicarse a los pobres".
Gonzalo Cerrillo, director municipal de servicios sociales, entiende las razones de la asociación para adelantar el cierre del albergue. "Ha concidido, además, con un mes de altas temperaturas, lo que ha evitado que se cree un gran perjuicio a los usuarios", asegura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de marzo de 2000