Los astilleros de La Naval, en Sestao, fueron testigo ayer de uno de los actos tradicionales en el sector, la botadura de un barco. Ante centenares de personas, salió a la mar el buque petrolero Hanne Knutsen, de más de 260 metros de eslora y con helipuerto incluido, perteneciente al armador noruego Knutsen, a quien La Naval le ha construido 20 barcos en los últimos 12 años. Su doble casco, el sistema duplicado de propulsión y sus métodos de maniobra le colocan en la vanguardia tecnológica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de marzo de 2000