Esquerra Unida quiere que la Consejería de Sanidad realice las pruebas necesarias a las afectadas del denominado síndrome Ardystil a fin de que "se diagnostiquen sus posibles secuelas hereditarias". Esta actuación tiene su origen en la reciente denuncia por parte de la Comisión de Afectados por el Síndrome Ardystil que ha atribuido cuatro casos de enfermedades congénitas en hijos de afectadas y mostraba su sorpresa por la coincidencia de abortos en las mujeres que fueron sometidas al tratamiento de corticoides tras diagnosticárseles el síndrome Ardystil. El más significativo es el caso de Inmaculada Casasempere, que hizo pública su situación para que se averiguase si el síndrome es la causa de que su hija, de dos años y medio ahora, naciera con espina bífida. La petición de diagnóstico de las posibles secuelas ha quedado formalizada mediante una proposición no de ley formulada por el grupo parlamentario de Esquerra Unida a través de su diputada Ángela Llinares y el síndico Joan Ribó. "Una cosa es la enfermedad en la que derivó el síndrome Ardystil y otra diferente son las secuelas que han comenzado a experimentar los afectados. Queremos conocer los efectos secundarios que ha producido la exposición continuada a productos químicos sin ningún tipo de protección", señala Llinares.
EU pretende, además, que se reabra la investigación del agente causal del síndrome. Para ello han solicitado el amparo del Defensor del Pueblo y que a través de éste se les remitan las conclusiones de las investigaciones llevadas a cabo en el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) en Estados Unidos, al que se encargó el estudio del agente causa. Esta carta se escribió ante la falta de contestación oficial por parte de las Cortes Valencianas sobre el caso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de marzo de 2000