China construirá un gasoducto de 4.200 kilómetros de longitud para abastecer a las regiones del este del país, según el diario oficial China Daily. Este gran proyecto, previsto para 2003, pretende suministrar a esas regiones una energía menos contaminante que el carbón. El principal objetivo es reducir la dependencia china de esta materia, que representa casi tres cuartas partes del gasto energético.Con una inversión de 110.000 millones de yenes (unos 2,28 billones de pesetas), el gasoducto será la mayor infraestructura china desde la presa gigante del río Yangtsé, que levantó protestas de grupos medioambientales en todo el mundo sin lograr su paralización.
La puesta en marcha del gasoducto permitirá canalizar cada año 20.000 millones de metros cúbicos de gas, que atravesarán el país desde la cuenca de Tarim (en el noroeste) hasta Shangai, en el este. El Gobierno chino confía en incrementar el consumo de gas natural del 2% al 4% en 2005 y en reducir la contaminación atmosférica de las ciudades. La cuenca de Tarim, en la región autónoma de Xinjiang, dispone de reservas de gas valoradas en 419.000 millones de metros cúbicos, según los expertos. Gracias a las nuevas exploraciones, se espera poder aumentar esta cantidad hasta un billón de metros cúbicos en cinco años.
El Consejo de Estado (órgano gubernamental) aprobó a principios de año la construcción del gasoducto. Los trabajos preliminares ya han comenzado oficialmente. El primer ministro chino, Zhu Rongi, ha ofrecido a los inversores extranjeros que participen en los proyectos ligados al gasoducto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de marzo de 2000