"Ha sido un gran arreglo, un gran cambalache dirigido a otorgarle y reforzarle la impunidad con la cual sigue operando el general Pinochet y darle una salida digna", afirmó la secretaria general del Partido Comunista, Gladys Marín. También hay quienes critican un aspecto formal: que se le reconozca al ex dictador, que ordenó el bombardeo y asalto del palacio de La Moneda, la calidad de expresidente". Otras críticas apuntan a que tendrá un doble fuero: si renuncia a uno, tendrá otro de inmediato. El presidente del Partido Socialista, Ricardo Núñez, advertía ayer de que el estatuto "podría interferir indirectamente en el Poder Judicial", pues "puede ser tomado por algún juez como una señal del poder político, en el sentido de que se quiere evitar cualquier tipo de enjuiciamiento a Pinochet".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de marzo de 2000