Un total de 24 policías y siete civiles murieron en ataques de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contra las poblaciones de Vigía del Fuerte y Bojayá, en el noroeste de Colombia, según confirmaron ayer fuentes gubernamentales. Veintiocho de las víctimas perdieron la vida en Vigía del Fuerte, localidad controlada desde hace meses por grupos paramilitares, y las otras tres formaban parte de la fuerza pública de Bojayá, donde, al parecer, fueron secuestrados otros siete agentes. Ambas poblaciones están situadas en el río Atrato. Las dos localidades fueron atacadas de forma simultánea por frentes de las FARC que irrumpieron en la zona hacia las 22.30 horas locales del sábado (5.30 del domingo, hora peninsular española). Casi 36 horas permanecieron los rebeldes en Vigía del Fuerte, que pertenece a la región de Antioquia, y en Bojayá, del vecino Chocó, fronterizo con Panamá. Una mujer y sus tres niños, así como el alcalde de la localidad, Pastor Daniel Perea Santa, forman parte del grupo de civiles que perdieron la vida en este ataque, en el que además cuatro civiles resultaron heridos, agregó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de marzo de 2000