El objeto de mi carta es el de transmitirles mi inquietud por lo que he vivido esta semana al intentar apuntar a mi hijo en un torneo de golf. Ya la semana anterior, al llamar a la federación para informarme, me dijeron que el hándicap del niño debía ser de 45 (a pesar de ser un torneo para principiantes).Mi hijo juega al golf hace más de año y medio, pero sólo está federado hace un mes, por lo que su hándicap era el inicial, o sea, 48. Cuando se lo comenté a quien me atendió en la federación me dijo que eso lo podía solucionar el profesor. Así que me dirigí al Club de la Herrería y allí hablé con el profesor de mi hijo, que me bajó el hándicap para que el niño pudiera participar en el torneo, ya que, en sí, el entrenamiento es muy monótono y corremos el riesgo de que el niño pierda el entusiasmo inicial.
Con los requisitos cumplidos, mi marido va a la federación para por fin apuntarlo y ahora le piden un hándicap menor, porque aducen que se han inscrito más niños de los previstos. Luego de hablar por teléfono y ver lo injusto de la situación, me quedó un mal sabor de boca, ya que me di cuenta de que lo que en realidad precisaba mi hijo era un "enchufe". Pero, ahora, ¿cómo se le explica a un niño de ocho años que, a pesar de que sus padres lo intentaran durante más de 10 días, el no puede jugar porque no conoce a nadie que se lo arregle?
Nosotros le inculcamos que las cosas se consiguen con esfuerzo y dedicación, y no por ser el más listo ni el más amigo de nadie. -
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de marzo de 2000