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Las acusaciones rechazan la "esperpéntica" coartada de un acusado de violación

No le creyó ni su propio abogado. Teodoro O., de 55 años, natural de Cáceres, casado y padre de cuatro hijos, justificó ayer ante el tribunal que le juzgaba por agresión sexual a Inmaculada L., de 33, que entró desnudo a las 6.30 en la habitación del matrimonio amigo, en cuya casa había pernoctado, para despertar al esposo y porque "esa costumbre [la desnudez]" la tiene de toda la vida. El fiscal calificó la versión de "inverosimil" y pidió cuatro años de cárcel por agresión sexual. "Lo intentó por las buenas y por las malas. Sólo la resistencia de la mujer le impidió culminar los hechos", aseveró el fiscal. La acusación particular tildó el argumento de "esperpéntico" y solicitó cinco años de prisión por violación y dos millones de indemnización. La defensa reconoció que creía a la víctima, pero argumentó que el acusado no llegó a utilizar la violencia. Pidió la absolución o un año de cárcel, si el tribunal le considera culpable.

El fiscal estima acreditado que Teodoro O., suegro de un sobrino de la víctima, conocía que el marido de ésta había abandonado la vivienda cuando entró en la habitación matrimonial. "Abusó de la confianza" de la pareja e "intentó por las buenas [le llegó a ofrecer dinero] y por las malas" mantener relaciones sexuales completas con la mujer. La víctima aseguró que desde ese día, no puede "estar a solas con ningún hombre".

Dos años por robo

Por otra parte, la Audiencia de Vizcaya ha condenado a F.J.S.P.Z., de 32 años, a dos años de prisión por robo de efectos valorados en 83.875 pesetas. El condenado sustrajo, "violando la puerta" del camarote de una vivienda de Bermeo, tres pares de botas, dos mantas, once botellas de aceite y un televisor. Lo repartió entre una bolsa de plástico y un carrito de compra, sustraído del camarote. La dueña de las pertenencias se convirtió en la principal testigo de cargo al ver al acusado salir del portal de su vivienda con su carrito de compra.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de marzo de 2000

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