Juan Carlos tiene 15 años y ya es publicista. Redacta el texto de los anuncios, elige la música de fondo y él mismo los lee. Pero no promociona adosadas, ni el último monovolumen. Vende sueños. Los suyos y los de otros doce chavales que desde hace tres semanas graban en la emisora municipal de Granada el primer programa del proyecto La radio en la escuela.El próximo 28 de abril, fecha prevista para la emisión, ellos serán los protagonistas. Durante dos horas contarán a Granada sus sueños, sus problemas, sus ideas para mejorar la ciudad, sus aficiones, su preocupación por el medio ambiente...
A este programa piloto seguirán otras ocho ediciones semanales, en cuya elaboración ya participan más de 800 alumnos, de entre 10 y 16 años, pertenecientes a doce colegios de la capital.
El proyecto La radio en la escuela es una iniciativa de la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Granada, en el que también colabora el Instituto Municipal de Formación y Empleo (IMFE). Su objetivo es que los niños se familiaricen con la radio y conozcan el funcionamiento básico, "el abecé", de este medio de comunicación. "Por ello, el programa semanal se emitirá con el nombre de El AbeceRadio", explica Fabiola Ojeda, del IMFE.
Los 800 escolares participantes trabajarán en grupos reducidis. Cada uno de ellos asumirá roles diferentes: periodista, publicista, documentalista de música y técnico. Elaborarán los guiones radiofónicos, organizarán concursos, investigarán los temas que les interesen y harán entrevistas. "Algunos ya han propuesto incluso entrevistar al alcalde", señala Rafael Estarli, otro de los responsables del proyecto.
Los programas se grabarán antes de su emisión a través del 88.8 de la FM. Para que el resultado sea impecable, monitores del proyecto imparten tres clases a cada uno de los grupos. "En ellas se les explica cómo funciona la radio, se les pregunta en qué quieren trabajar y se reparten las tareas; además se les dan nociones del lenguaje periodístico y se les familiariza con la terminología de la radio", explica Estarli.
El desparpajo con el que los chavales se desenvuelven en el estudio de grabación ha asombrado a los responsables del proyecto. Juan Carlos lee las informaciones con una naturalidad pasmosa, modulando la voz y respetando escrupulosamente las pausas. "El micrófono no me impresiona. Incluso me gustaría ser locutor de mayor", indica.
Los escolares parten, para elaborar el programa, de unos contenidos fijados por los monitores. Sin embargo, tienen libertad para introducir cambios. "Los temas que han propuesto son los que más interesan a su edad: la música, Internet, las pintadas, las series de televisión e, incluso, el sexo", explica Ojeda. Pero también ha causado sorpresa su inquietud por los malos tratos, el medio ambiente y la cultura.
Los chavales aprenderán a distinguir entre información, opinión y publicidad. Algunos, como Juan Carlos, ya son conscientes de que en un anuncio puede venderse algo más que un producto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de marzo de 2000