Los países africanos piden a la Unión Europea (UE) que les alivie de su deuda externa, una carga que estrangula sus precarias economías, pero la solución no es fácil. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, el verde Joschka Fischer, lo advertía a su llegada a Egipto. "No podemos contemplar la deuda africana en su conjunto, porque no hay una solución igual para todos". El perdón, en algunos casos, la renegociación, en otros, y la adopción de planes de saneamiento económico en todos, con la garantía de que los recursos que se liberen no se dedicarán a gastos militares o suntuarios, es la solución ofrecida por la UE.El documento acordado ayer recogía el compromiso europeo de celebrar una reunión de alto nivel para tratar el tema de la deuda, pero sin especificar detalles, como pedían los africanos.
En 20 años la deuda se ha triplicado y se cifra actualmente en aproxidamente 350.000 millones de dólares (61 billones de pesetas). La Unión Europea se ha comprometido a contribuir con mil millones de euros a paliar la deuda de los más azotados. "Estoy seguro de que Europa incrementará en los próximos años la ayuda a África, pero la solución no está sólo en la ayuda europea. Debe ir acompañada del fomento del libre comercio en el continente, de la creación de un clima que favorezca la inversión, de la integración regional, del fortalecimiento de sus instituciones", explica el comisario europeo para Desarrollo y Ayuda Humanitaria, el danés Poul Nielson.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de abril de 2000