Internet está de moda. Sólo así me explico que ustedes sean capaces de poner en titulares de primera página que la Unión Europea decide potenciar el uso de Internet para conseguir el pleno empleo. Si no es un error tipográfico, en el que hubieran querido decir pleno desempleo, alguien debería molestarse en explicarnos cómo un cacharro diabólico que acabará con vendedores a domicilio, intermediarios, carteros, empleados de banca, funcionarios y todo el servicio administrativo llegará a producir empleo neto. De hecho, alguien debería escribir artículos de opinión sensatos, aunque se le tache de no estar sintonizado culturalmente, comentando las graves desventajas de Internet, tales como conducirnos a un mayor aislamiento de la gente que nos rodea (que será la que en definitiva asistirá a nuestro entierro, y no el chateador de Pernambuco) y hacernos tan imbéciles como para consultar telefónicamente las páginas amarillas que todos tenemos en casa, consultar saldos bancarios que siempre nos han llegado puntualmente por carta o simplemente ponernos a ver anuncios publicitarios cuando se nos acaban los de la tele.Internet tiene algunas ventajas, y yo por eso estoy conectado, pero, por favor, que no nos hagan comulgar con ruedas de molino.- . .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de abril de 2000