Los cazadores madrileños tendrán que aprobar un examen teórico para obtener la licencia a partir de la temporada 2001-2002. Así lo establece la Consejería de Medio Ambiente en el proyecto de Ley Regional de Caza, que quiere aprobar este mismo año. Si el cazador suspende el examen, tendrá que repetirlo hasta que apruebe para tener licencia. La futura ley multiplicará por 1.000 la cuantía de las multas a furtivos.
El examen del cazador será una prueba teórica y no práctica, en la que los aficionados deberán responder a preguntas relacionadas con la fauna autóctona, las armas y las técnicas y lugares de caza. Los aspirantes madrileños deberán contestar sin errores cuales son los animales que se pueden cazar y cuales son los intocables, los protegidos por ley.Los aficionados que se examinen deberán demostrar que tambien conocen las distintas técnicas de caza y la manera de ponerlas en práctica. "El cazador deberá demostrar en el examen que conoce las medidas de seguridad preventiva que hay que tomar para garantizar la máxima seguridad durante la práctica de la caza y evitar accidentes en el monte", afirmó el Director General del Medio Natural, Juan del Álamo. Se ha producido algún caso en el que el cazador ha disparado a otro creyendo que se trataba de una pieza.
Uso de escopetas
Además de los conocimientos sobre animales, los cazadores deberán armar su memoria con doctrina técnica acerca del uso de las escopetas para afrontar la prueba. Otra asignatura del examen será la de los lugares donde se puede cazar (no está permitido disparar cerca de las casas).
La futura Ley Regional de Caza establecerá, en otro de sus apartados, las nuevas sanciones a los que cacen sin cumplir las normas. Trata de corregir así el desfase punitivo en el que ha está sumida la Ley Nacional de Caza, de 1970. Esta ley impone sanciones ridículas por delitos ecológicos graves. Incluye multas de 5.000 pesetas a los furtivos que cazan en la época de veda, por ejemplo.
La ley regional corregirá esa situación multiplicando las cuantías de las multas por 1.000. Las sanciones que se aplican ahora a los furtivos son "irrisorias", según Del Álamo. "El que paga 5.000 pesetas por una falta grave a la ley de Caza tendrá que pagar unos cinco millones y el que ahora desembolsa 1.000 pesetas por una falta leve tendrá que pagar unas 100.000", añadió.
Un tercer aspecto que establecerá la futura ley es la obligatoriedad de que el vallado de las fincas deje pasar a las reses.
La Comunidad concedió en 1999 43.000 licencias. En la región hay 750 cotos. Ninguna comunidad autónoma realiza el examen del cazador aún, según la Consejería de Medio Ambiente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de abril de 2000