Ante una grave acusación contra Juan Ramón Jiménez, de la que se hace eco su periódico, nos gustaría que publicara nuestra carta. Aunque estamos muy agradecidos al señor García Posada por su artículo, ante la gravedad del hecho, nos creemos en la obligación de expresar nuestra mayor repulsa.Lamentablemente, estamos muy acostumbrados, por ser muy habitual, a las calumnias, mentiras, y falsas acusaciones contra el Nobel Juan Ramón Jiménez, pero nunca se había llegado tan lejos.
Por el magnífico artículo del señor García Posada, al que siempre estaremos agradecidos por su interés y devoción por Juan Ramón, nos enteramos de que un joven escritor acusa al Nobel de pederasta.
Como es una acusación muy grave, ya que se trata de un delito tipificado y castigado por nuestro ordenamiento jurídico, no debemos pasarla por alto y estamos obligados a exigir una inmediata rectificación pública. Por esta razón, agradeciéndole al señor García Posada su defensa del Nobel, le rogaría que nos informara del nombre de la persona responsable de un hecho tan reprobable y grave.
Como familia del poeta, no podemos ni debemos tolerar esto. Tampoco debemos consentirlo las personas amantes de la verdad y de la justicia. Desgraciadamente, en España nos encontramos indefensos ante hechos como éstos e impunemente, cualquier elemento (no puede calificarse de otro modo a estas personas) se cree con derecho a atacar el honor y la dignidad de otro ser humano, destruir su buen nombre y acusarlo de las mayores atrocidades.
Dado que nuestra justicia es lenta y rara vez pone freno a tales desmanes, debemos, por todos los medios, parar todas estas mezquindades y hacerles frente a estos desalmados. Gritamos ¡basta ya! y esperamos que todo aquel que respeta al ser humano, en su dignidad e integridad, se una a nuestro clamor y nos ayude en nuestra lucha. . Representante de los herederos de Juan Ramón Jiménez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de abril de 2000