Un programa más arriesgado, una opción por la música del siglo XX y una concentración de conciertos en dos semanas representan los ejes de la segunda edición del Festival Internacional de Música de Galicia. Sus responsables presentaron ayer los espectáculos que se celebrarán entre el 1 y el 16 de julio en Santiago de Compostela, la ciudad gallega que este año forma parte de las capitales culturales de Europa. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, explicó el festival en un acto público celebrado ayer tarde en la Casa de Galicia en Madrid.Pese a marcar el acento en la música contemporánea, la cita cultural del verano recuerda el 250º aniversario de Johann Sebastian Bach, el quinto centenario del emperador Carlos V y un homenaje al recientemente fallecido Joaquín Rodrigo. De cualquier modo, la Misa de Bernstein y el Drácula de Philip Glass son los platos fuertes de la oferta musical.
Homero Pérez, director general de Promoción Cultural de la Xunta, destacó la continuidad de este festival, que nació al calor del Xacobeo del pasado año. "Además, este año", agregó, "todo lo que se organiza en Galicia forma parte de la capitalidad cultural europea de Santiago. En realidad, concebimos Galicia como una ciudad única porque las cortas distancias permiten ofrecer una programación unificada".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de abril de 2000