Un total de 45 obras de Joaquim Mir (Barcelona, 1873-1940) componen la muestra pictórica inaugurada en Pamplona (centro de cultura Castillo de Maya, 39), que recoge algunos de los más selectos trabajos paisajísticos del autor catalán. Los óleos de la muestra, organizada por Caja Navarra, proceden de colecciones particulares, fundaciones y museos y resumen la peripecia artística de Mir, uno de los paisajistas del modernismo catalán más destacados del cambio de siglo.En oposición a muchos de su coetáneos, Mir no se sintió atraído por las vanguardias y forjó un estilo personal basado en la realidad natural de aquellos lugares donde vivió, sobre todo su Cataluña natal y Baleares. "Pasó del dibujo a la mancha progresivamente", indicó el comisario de la muestra, Fernando Francés.
La exposición, abierta al público hasta el 14 de mayo, inicia el recorrido con un ejemplo del estilo del llamado Colla del Safrà (Grupo del Azafrán), basado en el uso de tonos amarillos, naranjas, ocres y cadmio, utilizados por jóvenes autores que salían a pintar al aire libre los suburbios barceloneses. A ese periodo pertenece la obra La Sagrada Familia en construcción (1897-98), presente en la exposición.
Mir se instaló en Mallorca junto a Santiago Rusiñol y desarrolló una expresión paisajística exuberante y colorista que sólo se vio interrumpida por un accidente que le apartó del arte varios años. De regreso a Cataluña, acabó por disolver las formas pintando paisajes de su entorno más familiar. Detenido tras la Guerra Civil por sus simpatías republicanas, falleció en 1940.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de abril de 2000