Casi el 80% de la población del mundo no tiene acceso a sangre con garantías sanitarias cuando recibe una transfusión, según un informe hecho público ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En cambio, el 98% de la sangre que se usa en países desarrollados viene de donantes voluntarios sin riesgo sanitario. La OMS destaca que en muchos países de más escasez de sangre ésta se obtiene mediante donaciones remuneradas, lo que incrementa su riesgo.
Una sangre mal analizada puede ser el vehículo de transmisión de numerosas enfermedades, como las hepatitis B y C, la malaria, la sífilis o el sida. Se calcula que entre un 5% y un 10% de los 5,6 millones de contagios anuales de VIH se deben a transfusiones de sangre contaminada.
En España se recogieron 1,4 millones de unidades de sangre (cada una de 450 centímetros cúbicos) mediante donaciones en 1998, lo que supone una tasa de 36 donaciones por cada mil habitantes, según datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Sanidad y Consumo. Sanidad considera que el suministro de sangre "mejoraría considerablemente" si esta cifra aumentara hasta las 40 donaciones por cada mil habitantes, y donara el 5% de la población sana del país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de abril de 2000