Un párroco italiano ha ideado una nueva fórmula para conseguir que los feligreses jóvenes acudan a la iglesia, consistente en jugarse con ellos a las cartas la asistencia a la misa del domingo. Ésta es la estratagema inventada por Norberto Brigatti, párroco de Madonna Regina, para recuperar a quienes él llama sus "ovejas perdidas". Si el párroco pierde tiene que comprar un helado a los chavales, pero si les gana, ellos tienen que ir a misa. "Naturalmente intento no perder y hago trampas como todos los párrocos, porque me ayuda el Espíritu Santo", dice el ingenioso cura, que es partidario de retar a los chicos como una forma de favorecer el contacto y el diálogo. De esta manera, el sacerdote ve su iniciativa como un método "para recuperar a los chicos en vez de tratarlos como si fueran demonios".- ,
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de abril de 2000