Seré muy breve, aunque las noticias del fin de semana sobre el norte de continente suramericano merecen un tratamiento extensivo: Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia, Venezuela han estado, y supongo que continuarán, por unos dias en las páginas de actualidad impresas, electrónicas o del éter. Como denominador común se puede apreciar el retraso evidente con que la prosperidad natural se haya trasladado a la mayoría de los ciudadanos.Las famosas revoluciones pendientes de nuestra juventud han quedado enquistadas y sin solucionar: demasiadas transformaciones llevadas a cabo en beneficio exclusivo de unas minorías.
Ojalá los dirigentes mundiales de Europa, Japón y EE UU, principalmente, apoyando sin fisuras la ingente labor de la ONU, tenga la capacidad suficiente para conseguir, cuanto antes, un desarrollo social comparable al experimentado en nuestro entorno durante el último tercio del siglo que termina o terminó recientemente.
Avanzamos todos o esto se hunde. Que así sea, por la cuenta que nos tiene a todos. Muchas gracias por su atención.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de abril de 2000