La Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO) advirtió ayer de que 34 países se encuentran en situación de crisis alimentaria a causa de la sequía, el frío y las guerras. Esta cifra podría incrementarse a lo largo de este año y del próximo, ya que la producción de cereales quedará de nuevo por debajo de las previsiones y no será suficiente para satisfacer las necesidades del planeta ni en 2000 ni en 2001. Según la FAO, las peores crisis se viven en África, y en especial en el este del continente. Sólo en la zona del Cuerno de África, donde se encuentran algunos de los países más pobres del planeta, años de sequía y de guerras han terminado con las cosechas y el ganado y han puesto al borde de la hambruna a 16 millones de personas. En Etiopía más de ocho millones de personas sufren la carencia de alimentos, sobre todo en la región de Somaliland, donde desde hace tres años que llueve poco o nada. En la vecina Eritrea, con la que combate desde junio de 1998, son 600.000 las personas en peligro, una cifra muy similar a la de afectados en Somalia, que ya a principios de esta década vivió una gravísima hambruna. También el norte, el este y el noroeste de Kenia sufren una "alarmante" falta de alimentos, que afecta a 2,7 millones de personas, a los que se añaden otras 2,4 millones en Sudán, maltratado por la guerra civil, 800.000 damnificados más en Tanzania -también con tres años de sequía- y otros 300.000 en Uganda, donde la situación no deja de empeorar, sobre todo entre los desplazados internos.
En el oeste del continente, Ghana, Nigeria, Senegal y Mauritania han perdido parte de sus cosechas a causa de las inundaciones, al igual que Botsuana, Malaui, Suráfrica y Zambia, en el sur, aunque su situación no es comparable con Mozambique y Madagascar, arrasados por varios ciclones y lluvias torrenciales el pasado febrero y donde, según la ONU, "se necesita ayuda de emergencia y de rehabilitación masiva".
La FAO señala que la guerra también ha dejado severas crisis alimentarias en Sierra Leona, en Liberia y en la República Democrática del Congo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de abril de 2000