Al menos 56 personas murieron ayer, entre ellos 27 niños, y decenas siguen desaparecidas tras el naufragio de un transbordador cerca de la isla de Jolo, en Filipinas. Otras 70 pudieron ser rescatadas. El barco, de seis metros de eslora y que estaba autorizado únicamente a transportar mercancía, llevaba una pasaje de sólo 20 personas, pero ya en alta mar fue alcanzado por pequeños botes y abordado por sus ocupantes. Las autoridades calculan que entre 150 y 200 personas viajaban en él cuando se hundió. La hipótesis que maneja el servicio de guardacostas de Filipinas, donde los transbordadores son el principal medio de transporte entre sus 7.000 islas, es que, en un momento de la travesía, la embarcación escoró ligeramente. Esto provocó el pánico de los pasajeros, que se acumularon en la borda contraria provocando el hundimiento.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de abril de 2000