Jueves 6 de abril de 2000. Doce de la mañana. Lugar: Gran Vía, 14, sede del Instituto de la Familia y el Menor de la Comunidad de Madrid. Concentración en protesta por la desprotección de los menores trabajadores. Convocantes, los sindicatos mayoritarios: UGT, CCOO, CSIF. No más de cien personas. Pero se les oye, sí, sobre todo al "niño del tambor" y al "niño de la bocina". Los sindicatos, cuando tienen poca capacidad de convocatoria, tratan de hacer el mayor ruido posible. Cualquier protesta, por solidaria que sea, está justificada, sobre todo si es por defender los derechos de la infancia. Pero su derecho a la protesta acaba cuando comienza el mío a un derecho a trabajar sin ruidos molestos. Ojalá se pudieran haber medido los ruidos que unas pocas personas producen, porque se rebasaría el nivel de decibelios soportable.¿No pueden hacer este tipo de manifestaciones y actos en un día no laborable? Así, también yo podría acudir y otros muchos que trabajamos. Pero de esta forma ni ellos trabajan, debido a que, supongo, utilizarán sus horas sindicales para este tipo de actos, ni yo trabajo, porque con sus ruidos no me dejan trabajar.
Por favor, que no produzcan un caos en la Gran Vía, que está ya de por sí bastante saturadita. Que no es solamente el Instituto de la Familia y el Menor el que nos tiene que oír, sino otros organismos e instituciones internacionales. Que convoquen de manera que podamos acudir una gran mayoría de personas.- Almudena González Botella. Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de abril de 2000