Robert Glenn Coe, condenado por la violación y asesinato de una niña de ocho años en 1979, fue ejecutado ayer mediante una inyección letal en la primera aplicación de la pena de muerte en el Estado de Tennessee (EEUU) en 40 años.Coe, un mecánico de 44 años, murió tras una dura batalla legal en la que sus abogados trataron de demostrar que su confesión se obtuvo mediante coacción y que en ella influyó la enfermedad mental que padecía, causada por años de abusos físicos y emocionales de sus padres. Los tribunales dictaminaron que no estaba mentalmente incapacitado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de abril de 2000