La gorda más hermosa de Berlín, una mujer de 27 años llamada Katja Herrmann, tiene el frigorífico de su casa repleto de zumos de frutas, agua y algo de mermelada. Herrmann, que este fin de semana fue proclamada Miss Molly 2000, abrió su corazón y su despensa al popular diario Bild, que ha comprobado que no sólo de chocolates viven los entrados en kilos. Con algo más de 100 kilos, la nueva reina alemana de la belleza en versión oronda explica a los lectores que dejó atrás la esclavitud de las dietas a los 20 años y que, a pesar de las apariencias, no es consumidora asidua de golosinas ni dulces. Herrmann se impuso con autoridad sobre el resto de 14 aspirantes, que en total sumaban una tonelada y media de oronda hermosura.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de abril de 2000