Leo en EL PAÍS un comentario sobre Gran Hermano. En dicho comentario se afirma que a los 10 participantes les une una ambición: los 20 millones de pesetas de premio para el ganador.Permítame discrepar. Creo que el premio de 20 millones que sólo se llevará el ganador es precisamente lo que les separa y no lo que les une. O mejor, lo que los separará y enfrentará rompiendo la cordialidad con la que parece que han comenzado la aventura.
A mi juicio, hubiera sido mucho más interesante la experiencia si consistiera en que los 10 participantes tuvieran que superar las dificultades de la vida en común, con carencias no usuales para ellos, para conseguir conjuntamente el premio, que sólo lograrían en caso de permanecer todos ellos en la experiencia hasta el final.
Tienen todavía la posibilidad de enfrentarse a las previsiones del programa y sorprendernos a todos no queriendo competir entre sí, negándose a la exclusión de ninguno de ellos y exigiendo al final premio para todos.
Sería la forma de competir contra un enemigo mucho más poderoso. Sería competir contra el sistema.
Sin duda, es una difícil propuesta. Quizá una propuesta imposible de seguir, pero no imposible de imaginar.- Luis M. Milá Sagnier. Esplugues de Llobregat.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de mayo de 2000