Un grupo de pequeños festers de Alcoy experimentaron ayer, desde el papel protagonista, la pasión que en Alcoy despiertan Sant Jordi y las fiestas de Moros y Cristianos. Eran los niños que tomaron parte en la Gloria infantil, un desfile por las calles del centro histórico en el que se ven representadas cada una de las 28 filaes que integran la fiesta.El poder de convocatoria de este acto quedó patente. El día amaneció invernal. El viento y las bajas temperaturas sustituyeron al sol, pero aun así el paso firme de los pequeños festers fue aplaudido por el público.
Mucho más nerviosos que los pequeños glorierets se demostraron padres y familiares de los niños, preocupados por que el acto se desarrollase a la perfección. "Hay que animarlos de cerca porque estas cosas cansan, son muchos detalles los que han de tener en cuenta: el ritmo, el arma, el casco...", explicaba la organización del acto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de mayo de 2000