Con referencia al estudio sobre el lobo que presenté en el simposio Natura e infraestructuras, celebrado recientemente en Sitges, me gustaría matizar la información que su periódico publicó el pasado 18 de abril. Es exagerado afirmar que la "población crece en el norte de España a un ritmo sin precedentes". Es verdad que en nuestra área de estudio la densidad quizá se ha triplicado en la última década, pero esta tendencia no es aplicable a otras zonas del interior del área de distribución española, donde las poblaciones parecen mantenerse más estables. También es cierto que algunos lobos crían en zonas agrícolas muy degradadas, pero ésta es más la excepción que la regla. Los lobos siguen prefiriendo los bosques y las zonas salvajes para vivir. A pesar de su gran adaptabilidad, la mejor estrategia para conservar al lobo es preservar en lo posible la naturalidad de sus hábitats y de sus presas silvestres.- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de mayo de 2000