El senador de El Olivo Antonio di Pietro dio ayer la nota discordante en la coalición de centro-izquierda, a la que sigue perteneciendo en calidad de independiente, votando no al nuevo primer ministro italiano, Giuliano Amato, y al Gobierno recién formado. Y lo hizo con un durísimo alegato, pronunciado en el Senado, en el que, con datos y citas hasta del fallecido primer ministro socialista Bettino Craxi, insinuó que "no podía no saber" de la financiación ilegal del Partido Socialista Italiano (PSI) destapada por los jueces de Manos Limpias a partir de 1992. Di Pietro calificó de "error" similar a una ilusión óptica la elección de Amato como líder del centro-izquierda. "Hemos terminado de confundir a un electorado que no será capaz ya de distinguir entre centro-izquierda y centro-derecha", dijo el ex fiscal de Manos Limpias, que recobró por unos minutos todo el empaque acusador que le hizo famoso y temido en su antigua profesión. La intervención de Di Pietro se produjo al término del debate que precedió a la obtención del voto de confianza del nuevo Ejecutivo en la Cámara Alta. El Senado otorgó su confianza al Gobierno presidido por Amato y cerró la crisis con una votación de 179 senadores a favor, 112 en contra y dos abstenciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de mayo de 2000