La fantasía humana y las ganas de llamar la atención de algunos no conocen límites. Así, la rubia carioca Vera Loyola, reina de las revistas del corazón brasileñas, ha anunciado el matrimonio de su perrita, la mestiza Pepezinha, con un yorkshire de pedigrí. La invitación promete champán francés de importación a ríos y confirma la presencia de un sacerdote. El eclesiástico, de quien se oculta el nombre, se ha comprometido a bendecir el matrimonio de los perritos "simbólicamente", alegando que, "después de todo, varios papas ya han dado a entender que también los animales tienen alma". La convocatoria para la ceremonia exige que cada uno de los asistentes haga una ofrenda en metálico al padre que oficia el sacramento. El escenario del matrimonio canino será el Bosque de la Barra, el barrio de lujo de Río de Janeiro, donde no resuenan ni los ecos de los niños abandonados de la calle ni de los sin techo que viven y mueren en las aceras. Los novios llegarán en limusina a la boda, que anuncia un bufé "lujoso y extravagante". Y, como manda la tradición, los gastos corren a cargo de la familia de la novia. Todo impecable.- ,
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de mayo de 2000