El canciller alemán, Gerhard Schröder manifestó la semana pasada la necesidad de reformar la universidad alemana en un discurso pronunciado ante la Conferencia Federal de Rectores. El canciller señaló que "los programas y los reglamentos de los exámenes suelen ser caducos" y que muchos de los estudiantes "se sienten insuficientemente asesorados". "Generalmente lo que se exige en los exámenes tiene poco que ver con la realidad que se encontrarán los universitarios en el mercado de trabajo", añadió. Según Schröder, la duración de los estudios universitarios en Alemania, de un promedio de 6,5 años, es excesiva, lo que representa "un desperdicio inaceptable de recursos escasos". Esta larga duración de los estudios y la dificultad para reconocer títulos de otros países suelen ser vistos por estudiantes extranjeros como un obstáculo para acudir a Alemania, señala el canciller. Pese a las críticas, Schröder reconoció que a la Universidad no le resulta fácil cumplir con las expectativas que ponen en ella sus estudiantes y la sociedad, y a la vez mantener su identidad como "lugar de discusión intelectual que influye decisivamente en la vida social".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de mayo de 2000