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Fuertes críticas a la política de créditos del Banco Asiático de Desarrollo

El Banco Asiático para el Desarrollo (BAD) acabó ayer su 33ª reunión anual en Chiang Mai (norte de Tailandia) con la intención de ampliar la capacidad financiera del organismo. Su capital es de 48.000 millones de dólares (8,9 billones de pesetas). La conferencia, rodeada de fuertes medidas de seguridad, se ha visto ensombrecida por las protestas contra las políticas de préstamos de la entidad a los países pobres.Los 58 miembros del BAD se despidieron ayer tras una reunión de tres días con la intención de inyectar aire fresco en el organismo en forma de dinero. "Para luchar contra la pobreza, necesitamos la financiación adecuada", dijo su presidente, Tadao Chino. Asia acoge a dos tercios de la población más pobre del mundo. La mayoría dio su consentimiento, aunque hubo reticencias por parte de EE UU, principal donante.

Más de 3.000 personas se volvieron a manifestar ayer para exigir al organismo que abandone su política de concesión de "préstamos gravosos que sólo engordan los bolsillos de los políticos corruptos". La entidad presta cerca de 5 billones anuales a los países asiáticos, pero la crisis asiática hizo que los préstamos se elevaran a 9.300 millones de dólares (1,7 billones de pesetas) en 1997. El banco tuvo que elevar los intereses, solución muy criticada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de mayo de 2000