Los radicales no cejan. Varios de ellos lanzaron cuatro o cinco artefactos incendiarios en la madrugada de ayer, en San Sebastián, contra la vivienda de una militante del PP. Por fortuna, ninguno penetró en su interior y el único daño material que causaron fue el ennegrecimiento de la fachada.Por otra parte, la juez Teresa Palacios, de la Audiencia Nacional, decretó ayer el ingreso en prisión de C. I. B., uno de los dos hermanos detenidos el viernes en Villava (Navarra) bajo la acusación de ser los autores de las octavillas amenazantes contra el alcalde de la localidad y tres ediles, todos ellos de UPN. El otro quedó en libertad.
C. I. B. reconoció su pertenencia a la que denominó "organización política Haika", resultado de la reciente fusión entre Jarrai, las juventudes de la Koordinadora Abertzale Sozialista, y el grupo extremista francés Gazteriak.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de mayo de 2000