La tromba de agua que ayer cayó sobre Castellón obligó a los bomberos a efectuar cerca de medio centenar de salidas a causa de la tormenta, que provocó que se registraran hasta 42 litros por metro cuadrado en poco más de una hora. Por su parte, el pantano de María Cristina fue el lugar donde cayó más cantidad de agua con un total de 50 litros por metro cuadrado. Un total de 26 funcionarios del cuerpo se dedicaron todo el día a achicar el agua de los sótanos y túneles inundados.
Los bomberos actuaron también en cinco colegios y en la residencia Pí Gros. En el centro de la ciudad, el agua llegó a entrar en algunos comercios, mientras que la zona más afectada era la situada en la parte sur del casco urbano. En la Ronda Mijares, procedieron a retirar los restos de una cornisa que cedió a causa de la tromba de agua.A parte de las inundaciones, la tormenta provocó también cortocircuitos en algunas instalaciones eléctricas. En el Mercado Central se desprendieron dos planchas del falso techo que cubre los puestos y aparecieron, al igual que en el planetario, algunas goteras. El cuerpo de bomberos se dedicó también a los múltiples problemas de alcantarillado e, incluso, tuvieron que asistir a vecinos que llamaban asustados ante el volumen de la lluvia y de los truenos que acompañaron la tormenta.
El tráfico fue uno de los grandes perjudicados durante la mañana de ayer. Los semáforos de la mayor parte de la ciudad estuvieron fuera de servicio buena parte de la mañana, lo que forzó la movilización de un importante número de agentes de la Policía Local en los puntos estratégicos para regular la circulación. El tránsito fue desviado hacia otros puntos de la ciudad. En los túneles de Doctor Clarà, Espronceda-Quevedo y la Ronda Sur fue necesaria la retirada de vehículos y, en el caso de la Ronda Sur, dos camiones quedaron bloqueados, a causa de los cerca de setenta centímetros de agua, lo que obligó también a desviar el tráfico en esa zona. En el resto de la provincia, la lluvia cayó de forma menos intensa y sólo fue necesaria la intervención de los bomberos para el achique de zonas bajas en Oropesa, en Alcossebre y Benicarló.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de mayo de 2000