Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Jamenei respalda las reformas que no hagan peligrar el sistema

El líder supremo de Irán, Alí Jamenei, expresó ayer su apoyo a las reformas del presidente Mohamed Jatamí, pero no a los cambios que puedan amenazar a la república islámica. Jamenei instó a las facciones reformista y conservadora del país, enfrentadas por el poder, a acercarse entre ellas y marcar sus distancias con quienes se oponen al sistema que puso en pie la revolución islámica de 1979.

En el sermón del viernes de la Universidad de Teherán, una de las principales tribunas políticas del país, Jamenei, la figura de referencia de los elementos más conservadores del régimen, recordó a ambos grupos que los valores del islam "deben ser la base" de la política iraní.El guía de la revolución, que es el título oficial del número uno iraní, alertó de que las "rígidas ideas" de los extremistas religiosos llevarían a la inercia social, a la vez que advertía a los reformistas liberales que olviden cualquier sueño de una democracia de estilo occidental en Irán.

"Revolución es evolución, un paso adelante. Debe ir adelante para alcanzar sus objetivos", declaró Jamenei ante decenas de miles de fieles concentrados en el campus de la Universidad de Teherán y las calles adyacentes. Entre los asistentes, 2.000 basiyis (voluntarios islámicos) envueltos en mantos blancos renovaron su lealtad al líder.

Jamenei, que tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado, dijo que incluso las escuelas de teología, un feudo del clero más ortodoxo, tienen que abrazar "nuevos pensamientos e ideas". El día anterior, dos centenares de clérigos de Qom, el vaticano shií, habían hecho público un manifiesto de apoyo a Jatamí.

Las palabras del líder parecían dirigidas a equilibrar sus recientes comentarios contra los aliados del presidente, y que desataron la ofensiva conservadora contra los reformistas más destacados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de mayo de 2000

Más información

  • El líder supremo de Irán se erige en árbitro