Las empresas son reacias a contratar a mujeres para que realicen trabajos tradicionalmente desempeñados por hombres, como la albañilería, la carpintería o la electricidad. Así lo han comprobado y lo han denunciado los responsables del Instituto Municipal de Formación y Empleo (IMFE) del Ayuntamiento de Granada, que han visto en los últimos años cómo aumenta el número de mujeres que demandan cursos y talleres de estas profesiones y las dificultades que encuentran para conseguir trabajo una vez que los concluyen.Ana Zuheros, responsable del Servicio de Formación del IMFE, explica que tanto en las casas de oficio y escuelas taller financiadas por el Gobierno central como en los cursos ocupacionales sufragados por la Junta, el número de mujeres supera al de hombres. En su afán por incorporarse al mercado laboral, las mujeres igualan incluso a los hombres en cursos copados tradicionalmente por hombres, como metalistería y construcción. Pero las empresas que colaboran con el IMFE prefieren contratar a los varones. Por ello, Zuheros considera necesario "un cambio de mentalidad y actitud de los empresarios" para que la situación real de la sociedad se traslade también al mercado laboral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de mayo de 2000