La ejecutiva de CCOO de Málaga que saldrá elegida hoy en el VIII congreso provincial será la primera de carácter paritario en la historia del sindicalismo español: nueve hombres y otras tantas mujeres. Estará encabezada por Francisco Gutiérrez -candidato a su tercer y último mandato- y no integrará al sector crítico, que presentará una lista liderada por Julio Ramos, un delegado de Sevillana. Ayer, en la inauguración quedaron claras las líneas de acción del sindicato: lucha contra la siniestralidad, contra los contratos temporales y unidad de acción con UGT. El secretario general, José María Fidalgo, recordó que cada día mueren cuatro trabajadores en España en un accidente laboral. "No es soportable ni civilizado", advirtió y reclamó a las administraciones que "discriminen" a las empresas donde se producen. La penalización pasaría por imposibilitar su acceso a contratos públicos y subvenciones. Fidalgo recordó al afiliado de CCOO, José Luis López Lacalle, asesinado por ETA, y dejó clara la posición de la organización: "Antes que sindicalistas somos demócratas y siempre nos tendrán enfrente". La frase fue saludada por un prolongado aplauso de los 200 delegados.
Gutiérrez quitó hierro a la existencia de dos candidaturas: "Que haya debate es bueno y saludable para la democracia interna". Mientras en el congreso pasado se alcanzó una ejecutiva de consenso -la única en toda Andalucía- en esta ocasión no ha habido entendimiento. En su informe, el secretario hizo hincapié en que el sindicato no busca "el conflicto por el conflicto, sino es para forzar la negociación" y en que la disminución del número de huelgas en la provincia no supone "un fracaso", sino el logro de los objetivos "sin necesidad de realizar la presión". La frase aludía a las críticas de la lista encabezada por Ramos, que reclamaba un sindicato más combativo y reivindicativo.
Los críticos acusaron a la línea oficialista de haber hecho "una jugada antidemocrática" para reducir su representatividad en el congreso y responsabilizaron a Gutiérrez de que no se alcanzara una ejecutiva de integración. "La voluntad de no acuerdo es unipersonal", aseguró Ramos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de mayo de 2000