Los gobiernos de Colmenar Viejo y de la Comunidad de Madrid, entonces socialistas, tramitaron entre 1987 y 1991 una curiosa recalificación para que los terrenos urbanizables del Soto de Viñuelas (hoy pertenecientes a Tres Cantos, un núcleo urbano segregado de Colmenar Viejo), en su segunda y tercera fase, donde estaba previsto levantar 2.000 chalés, pasaran a rústicos. Los propietarios de esos terrenos litigaron y el Supremo ha confirmado que tienen derecho a levantar sus chalés, según explicó ayer a este periódico el alcalde de Colmenar Viejo, José María de Federico (PP). "Fue una chapuza de los socialistas, y nosotros, aunque la sentencia dice que debemos pagar de forma solidaria junto a Tres Cantos y la Comunidad, no pagaremos ni un duro". De Federico asegura que la abogada de los afectados reclama 18.000 millones, aunque la sentencia no precisa ningún tipo de indemnización.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de mayo de 2000