El pasado es tanto un referente sin el cual es fácil caer en el desarraigo como un lastre que puede impedir que la persona crezca y enfoque su vida al presente y por ende a lo que ha de venir. Sobre esta premisa, el grupo de teatro La Guindalera ha puesto en escena en el teatro Pradillo la obra del irlandés Brian Friel Bailando en Lughnasa, dirigida por Juan Pastor.La historia se desenvuelve a partir de la memoria de Michael, que, ya adulto, rememora el verano de 1936 en el condado de Donegal, escenario habitual de las obras de este escritor, nacido en Omagh en 1929, que mezcla la realidad y la sustancia soñada en las recreaciones de su paisaje vital. En aquel verano, Michael, aún niño, vive con las cinco hermanas solteras del clan de los Mundy y asiste al regreso del único varón, además de él mismo, de la familia: el hermano mayor, misionero en África desde 25 años antes y ahora repatriado por sus superiores. La convivencia precipita la controversia sobre los valores tradicionales y la unidad familiar.
Bailando en Lughnasa. Teatro Pradillo, Pradillo 12, metro Concha Espina. De miércoles a domingos, a las 20.30. Hasta el 28 de mayo. 1.500 pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de mayo de 2000