La Diputación de Vizcaya busca más de 300 familias que acojan temporalmente a niños con problemas en sus hogares. El Departamento de Acción Social pretende que gran parte de los 460 menores atendidos en sus centros sean alojados en las denominadas familias extensas (cuando primos, tíos, abuelos u otros parientes de sus padres se hacen cargo del menor) o en las familias ajenas (no parientes).Actualmente, aparte de los 460 en los centros propios de la Diputación y concertados, existen 260 niños en acogimiento en familia extensa y 30 en familia ajena, a los que suman otros tres acogidos sólo los fines de semana. El acogimiento familiar es una figura diferente a la adopción en el que trabaja desde hace dos años la Diputación vizcaína. Se dirige a menores, normalmente entre 7 y 12 años, con padres que presentan problemas de maltratos, abusos o enfermedades mentales cuyo objetivo final es la futura reintegración en el hogar natural. La duración de la acogida puede oscilar entre uno y cuatro años. "No son niños abandonados. De hecho, están muy unidos a sus padres naturales", señaló ayer el diputado de Acción Social, Ricardo Ansotegi.
El responsable vizcaíno admitió que es un programa desconocido y por ello la Diputación ha aprobado esta semana un decreto que amplía el presupuesto para estos acogimientos a 150 millones de pesetas anuales. En el caso de la familia extensa, la aportación mensual sube de 20.000 a 40.000 pesetas, con lo que se iguala la cantidad aportada a la familia ajena. Junto a ello, se emprenderá una campaña de distribución de folletos informativos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de mayo de 2000