Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) estableció ayer como una de sus prioridades el estrechamiento de lazos con Unió Democrática (UDC), pero la fusión con el partido de Josep Antoni Duran Lleida quedó definitivamente descartada.Pere Esteve, secretario de organización; Xavier Trias, portavoz de CiU en el Congreso, e Irene Rigau, consejera de Bienestar Social, participaron ayer en la puesta en marcha de las ponencias que redactarán los textos del próximo congreso de CDC. Los temas abordados fueron, además del esfuerzo por estrechar la relación con Unió, el marco de autogobierno, la mejora del sistema de financiación autonómica y el fortalecimiento de las señas de identidad del partido.
El portavoz del Gobierno y consejero de Economía, Artur Mas, había propuesto la fusión de CDC con el partido de los democristianos catalanes. Primero fue Unió la que mostró su desacuerdo con esa propuesta de fusión y ayer el propio partido del consejero de Economía descartó la posibilidad de la unificación. Como alternativa, los convergentes exigirán a los democristianos un nuevo pacto, que tendrán que aprobar los congresos de otoño, para dar estabilidad a la coalición durante un periodo de varios años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de junio de 2000