Municipios, partidos, diputaciones y asociaciones de transportes, además de las organizaciones integradas en la Declaración de Gelida, reclamaron ayer una rebaja de peajes que vaya más allá de la aplicada por el Ministerio de Fomento desde el pasado lunes. En esa fecha entró en vigor la gratuidad para los camiones que realicen el trayecto entre Lleida y Barcelona.Estos vehículos no pueden utilizar la Nacional II, que está cortada a su paso por Esparreguera a consecuencia del hundimiento del puente. Todo el tráfico de esta vía tiene que pasar ahora por el antiguo puente, que resistió la riada. El pasado lunes, que era festivo en una parte de Cataluña, incluida Barcelona, se registraron colas de hasta 10 kilómetros a su paso por Esparreguera. Ayer se repitieron los colapsos de tráfico.
El consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Pere Macias, reconoció ayer la insuficiencia de la medida y sugirió que debería ser ampliada a todos los vehículos y no sólo a los camiones, al tiempo que aseguraba que el Consell Executiu, previsto para ayer mismo, estudiaría de forma monográfica las medidas a adoptar para paliar los efectos del aguacero.
El propio secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, reconoció ayer la necesidad de buscar un sistema que amplíe las rebajas de los peajes mientras se realizan las obras para reconstruir el puente. Recogía así las peticiones realizadas por diversos municipios, partidos políticos y asociaciones de transportistas. Entre las entidades que reclamaron la extensión de los peajes, figuran las adheridas a la Declaración de Gelida, plataforma creada para exigir la supresión de los peajes en Cataluña.
La Generalitat, también
Un portavoz de la plataforma de Gelida declaró: "Nos parece estupendo que el Ministerio de Fomento haya reaccionado con tanta celeridad por vez primera. No obstante, creemos que la medida se ha quedado corta". En su opinión, la rebaja, al ser limitada, producirá nuevos colapsos en otros puntos puesto que lo que hace es reconducir todo el tráfico de la N-II hacia la A-7, a la altura de El Vendrell, donde conecta con la A-2, que procede de Zaragoza y Lleida. "Allí coincidirán los vehículos procedentes de Lleida con los que llegan de Tarragona, provocando una gran intensidad de tráfico".
Las organizaciones reclaman, por una parte, la gratuidad hasta Barcelona y, por otra, que el Gobierno de la Generalitat extienda la gratuidad a la A-16, con lo que posibilitaría que el tráfico optara por una u otra, reduciendo así la intensidad previsible si se concentra todo en una sola vía.El Parlament debate hoy una propuesta de ERC sobre peajes, al amparo de la propuesta de rescate pactada entre los republicanos y CiU en el debate de investidura de Jordi Pujol.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de junio de 2000