"La tecnología va por muy delante de la capacidad para comprender los fenómenos científicos", dijo ayer en Alicante Carlo Foresta, eminente andrólogo italiano. "Por tanto", añadió, "hay que ser prudentes a la hora de aplicar los avances tecnológicos a las técnicas de reproducción in vitro". Foresta, profesor de Endocrinología de la Universidad de Padua (Italia) y estudioso de las causas genéticas de la esterilidad masculina, pronunció una conferencia sobre este tema en el Instituto de Fertilidad y Ginecología Bernabeu. Este centro de la capital alicantina es pionero en el mundo en los sistemas de reproducción artificial y ya ha logrado con éxito embarazos con padres biológicos que carecen de espermatozoides.En su exposición ante los médicos y especialistas del Instituto Bernabeu, Foresta aseguró que el 20% de los casos de esterilidad masculina desconocida tienen su origen en causas genéticas (azoospermia, que es ausencia de espermatozoides; y oligozoospermia, o sea menos de 20 millones de espermatozoides por mililitro). No obstante, el investigador italiano señaló que, en algunos de estos casos, es posible suplir la falta de espermatozoides y garantizar la fertilidadad masculina. "Pero hay que advertir a los padres de los riesgos que se corren, porque el 5% de estas patologías genéticas son hereditarias, y por tanto podríamos estar, a base de tecnología, fomentando generaciones futuras de hombres estériles", argumento. Otros factores, a juicio de Foresta, causantes de la esterilidad masculina son los de origen cromosomático, como el denominado síndrome de Klinelfelter, que suponen el 4% del total. Para este tipo de patología no hay alternativa artificial para la reproducción.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de junio de 2000