Buena parte de los aficionados daneses desplazados a la Eurocopa se han llevado una desagradable sorpresa al advertir de que los comercios belgas no admitían sus francos. La culpa: de los bancos daneses, que les habían entregado billetes que Bélgica retiró de la circulación hace dos años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de junio de 2000