Agentes de los servicios de contraespionaje del FBI y del Departamento de Energía de EEUU buscaban ayer intensamente los dos discos duros de ordenador con secretos nucleares desaparecidos del laboratorio nuclear de Los Álamos. El Congreso, entretanto, expresaba su preocupación por este nuevo episodio de falta de seguridad. Los investigadores no tenían indicios para vincular la desaparición de los secretos nucleares con actividades de espionaje extranjero y no descartaban que los discos duros fueran destruidos, evacuados o traspapelados durante el incendio que el pasado mes asoló Nuevo México y forzó la evacuación temporal de Los Álamos. El origen de ese siniestro ya fue en sí una chapuza monumental: lo desencadenó el propio Servicio Nacional de Parques en una quema de rastrojos. Los dos discos estaban en un contenedor sellado situado en una cripta del área más inaccesible de Los Álamos, la llamada División X. Contienen "datos técnicos de extrema importancia", según el general de Aviación Eugente Habiger, jefe de seguridad del Departamento de Energía. Según The Washington Post, los discos pertenecen al Nuclear Emergency Search Team (NEST), el equipo de emergencia del Departamento de Energía para catástrofes nucleares vinculadas con accidentes o acciones terroristas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de junio de 2000