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ESCENA

Danza y condumio se alían en el montaje 'A pedir de boca'

El público del espectáculo A pedir de boca no tiene que preocuparse de dónde ir a cenar antes o después de ir al teatro. Danza y condumio van unidos en esta obra, en la que los actores ofician de camareros y los bailarines aderezan el menú desde el aperitivo hasta el postre. La directora, Laura Kumin, se inspiró en las recetas que le propusieron cinco coreógrafos "para saborear la danza desde otra perspectiva". Entre todos transforman el teatro Pradillo "en un íntimo restaurante-comedor para ofrecer una divertida y suculenta velada coreográfica y culinaria", explica Kumin.El menú de A pedir de boca lleva aperitivo y postre comunes a todo el público: manzanilla y rollitos de jamón serrano a la granadina, para empezar, y mousse de chocolate, de colofón. El resto depende del precio de la entrada, canapés para la grada, y ensalada y codornices en salsa de pétalos de rosa para las mesas, entre las que danzan los bailarines. El montaje repite en el Festival Madrid en Danza, debido al enorme éxito cosechado hace dos años.

A pedir de boca. Hoy y mañana, en el teatro Pradillo (Pradillo, 12), a las 22.00. Precio: 2.950 y 4.950 pesetas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de junio de 2000