El pasado mes de febrero tuvo lugar en Santiago de Compostela una interesante reunión de decanos y directores de departamento de matemáticas para hablar de los problemas y perspectivas de la enseñanza de las matemáticas en las universidades españolas.Aunque no se habló de la formación humanística de los nuevos universitarios, sí que hablamos -y mucho- acerca de su falta de madurez matemática. De ahí mi sorpresa al leer en EL PAÍS del 4 de junio que Gonzalo Anes, director de la Academia de Historia, valora, no sabemos cómo, los "sólidos conocimientos en matemáticas" de quienes han cursado el bachillerato de la LOGSE. Quizá los programas informáticos de las universidades españolas hayan producido, por error, el intercambio entre los estudiantes de ciencias y letras. También pudiera ser, puestos a conjeturar, que trate Anes de justificar la ampliación de la carga lectiva en asignaturas de humanidades a expensas de las científicas. Si es así, me permito afirmar que mis estudiantes tienen un alto nivel de conocimiento en religión, manualidades, y en otras materias que prefiero omitir. Veamos si cuela.- Miguel Ángel Goberna. Universidad de Alicante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de junio de 2000