La autopista A-16 dejó ayer de presentar las habituales retenciones de tráfico en las horas punta con la entrada en servicio de un tercer carril en el tramo comprendido entre Sant Boi y Castelldefels. Las obras, que han durado ocho meses, han requerido una inversión de 1.175 millones de pesetas por parte de la Generalitat, titular de la vía. El tercer carril de la A-16, en un tramo de unos 10 kilómetros, se había convertido en una necesidad en los últimos años, pese a que la vía fue construida entre 1992 y 1994. El desarrollo urbanístico de la zona -nuevos polígonos industriales, aumento espectacular del parque de viviendas e implantación de grandes superficies comerciales- había originado un aumento considerable del tráfico. De los 48.500 vehículos al día en 1994 se pasó a 76.600 en 1999. Un aumento del 60%.
La actuación recién ejecutada ya estaba prevista en el proyecto inicial de la A-16. La ampliación de la autopista en un carril en cada sentido se ha podido llevar a cabo de manera más rápida al aprovecharse el espacio de la mediana, de 11 metros, que se dejó cuando se construyó la vía.
El tercer carril había sido reclamado por los alcaldes de los municipios del Baix Llobregat por los que pasa la A-16.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de junio de 2000